Os voy a contar algo positivo que
tengo en la cabeza, y que me hace poder seguir adelante cada día.
Por ejemplo, siento que estoy
mejor porque desde el CRPSL (Centro de Rehabilitación Psicosocial y Laboral)
tenemos ya (de manera virtual) clases de cognición social, gimnasia, una sesión
para hacer una especie de diario de lo que hacemos durante la semana, nos vemos
las caras, nos hablamos, nos reímos…estamos muy felices de vernos, y es algo
muy positivo. Imaginaos cuanto de positivo, que estoy deseando que llegue la
hora para poder conectarme y estar con mis compañeros; aunque no físicamente,
pero sí unidos a tope y pasándolo genial.
Otra de las cosas buenas es que
me he dado cuenta de las fortalezas que tengo. No quiero decir que no caiga en depresión,
porque evidentemente a veces caigo en depresión y he tenido muchos problemas,
pero sí que he aprendido a relajarme, que ya hacía mucho que no podía. Con mis
sesiones de yoga, con mis sesiones de meditación, con mis respiraciones…esto lo
hago por la mañana, a mediodía y por la tarde, y me encuentro muchísimo mejor.
También tengo muchísima ilusión porque
vamos a cambiar de coche. Es algo que me hace bastante ilusión, porque el que
teníamos está muy viejo. La suerte es que hemos encontrado el coche de nuestros
sueños a un precio buenísimo (ahora le gente necesita vender). Fuimos los
primeros en llamar, y además nos han dicho que nos lo guardan. Ya podremos ir a
los sitios en coche y no siempre en bicicleta (además el coche lo tenemos que
recoger en un pueblecito de Cáceres, lindando con Andalucía, donde tienen el mejor
jamón de pata negra de toda España, así que me voy a comer por todos mis
compañeros de la asociación unos buenos platos de jamón).
En estos tiempos que corren, en
los que hemos (y aún estamos) en estado de alarma, sin poder salir, sin ver a
nuestros familiares y amigos, son las cosas pequeñas en las que encontramos la
felicidad. Algo tan simple como que me he cortado el pelo con maquinilla a mí
misma, me produce una gran alegría. Realmente me siento bien, porque tenía un
problema con la higiene de mi pelo, y ahora me lo lavo a diario. Ni que decir
tiene que además estoy guapísima, y lo mejor de todo es que me lo he hecho yo.
Para terminar, hay algo que me
hace especialmente feliz y me llena de expectativas en la vida. Estamos
esperando a tener ya nuestra casa de Madrid, para poder formalizar todos los trámites y
todos los papeles, y poder irnos a vivir allí (cuando todo esto pase y volvamos a
la “nueva normalidad”). Podré llevarme a
mi madre, no tendrá que estar sola, y es una casa que está adecuada para
tener todos espacio, pero al mismo tiempo poder estar juntos.
Esta situación que vivimos me
está sirviendo para ver la cantidad de gente buena que hay en el mundo, la
cantidad de gente que está luchando por seguir adelante, luchando por la vida
aun poniendo en riesgo la suya. Yo la verdad es que estoy bastante animada
(aunque tenga mis recaídas) porque tengo mucho apoyo en la asociación y en el
CRPSL.
Cuando todo esto acabe quiero
viajar, descubrir lugares nuevos…me he dado cuenta que estaba cometiendo un grandísimo
error al estar meses y meses encerrada en casa, sin querer salir. Con esto me
he dado cuenta de que hay que vivir la vida, aprovechar el momento, y ahora
empezar a vivir de nuevo. Ya sea en Cuenca, o en Madrid paseando en bicicleta
por el Retiro y descubriendo cosas nuevas.
Vuelvo a tener ilusiones, y
vuelvo a VIVIR.
Ana I. A.
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